dimecres, 17 d’abril del 2013

El consumo de productos ecológico aumenta en España


El consumo de productos ecológico aumenta en España.

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La agricultura ecológica ha dejado de ser considerada un sector “alternativo” para erigirse en una actividad económica “fuerte, con negocio, con proyección de futuro y una rentabilidad” que hoy en día tienen pocos ámbitos y en la que España puede despuntar a nivel mundial.
Así lo asegura el presidente de la Federación Española de Empresas con Productos Ecológicos, Francisco Robles, quien destaca que “la agricultura ecológica ya es una realidad, un sector normalizado dentro de la industria agroalimentaria en la que se está consolidando”.
Desde el sector se subraya que es una actividad muy interesante y estratégica para la agroindustria española y que España cuenta con unas condiciones idóneas para desarrollar este modelo productivo por el clima, la preparación de las empresas y la estructura del sector ecológico.
Si hace unos años, el consumo de productos ecológicos en España suponía apenas un uno por ciento del total agroalimentario, hoy en día, según Robles, ya podemos hablar de cifras de entre el 1,5 y el 2 %, porque el consumo interno, aunque lento, va creciendo.
El valor estimado de la comercialización en origen de los productos ecológicos en España ha ido creciendo de forma exponencial, ya que, según datos del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, si en el año 2000 rondaba los 100 millones de euros, en 2010 ya superaba los 900 millones de euros.
España, con más de 1,65 millones de hectáreas, es el primer país europeo en superficie de agricultura ecológica y, desde el año 2006, ha aumentado un 80 %, en respuesta a la demanda de un consumidor fundamentalmente extranjero.
Uno de los cultivos que mayor explosión ha experimentado en el citado quinquenio ha sido el viñedo, cuya superficie se ha multiplicado por tres, al pasar de los 16.831 hectáreas de 2006 a los más de 57.000 hectáreas en 2010, con una creciente demanda tanto en el interior como en el exterior.
Los frutos secos también han duplicado su superficie en el citado periodo hasta casi 90.000 hectáreas en 2010, y es uno de los productos estrella para el sector de la repostería.
Según Robles, estos ejemplos reflejan el cambio que ha experimentado el consumo, que “se ha normalizado”.
En su opinión, cuando un consumidor se aproxima a los alimentos ecológicos se decanta por los frescos (hortalizas o frutas) o la alimentación infantil, “los más directamente asociados a los alimentos bio”.
Es ahí, señala, cuando empiezan a despuntar, además de los productos hortofrutícolas, otros alimentos más elaborados como el vino, el aceite o los embutidos en su versión ecológica, es decir, los que prescinden del uso de productos químicos de síntesis y siguen métodos de elaboración respetuosos con el medio ambiente.
Desde el sector se insiste, por tanto, en que aunque la producción ecológica española es “un sector fuerte, con rentabilidad, del que hemos demostrado que somos líderes, hay que afianzar ese liderazgo” y para ello es fundamental que Administración y productores colaboren y lo pongan en valor.